There is nothing more intresting than the landscape of the human face

 

Sant Roc, El Guinardó, Santa Coloma, Bon Pastor, Cornellà, El Raval, La Mina… Un quiosquero, un dependiente, una camarera, un peluquero, un homeless, niños jugando por las calles, unos jubilados en un club de dominó, la comunidad gitana, karatecas entrenando en el río… ¿Acaso es necesario irse lejos para encontrar a gente interesante? Barcelona está repleta de barrios sumamente diferentes en los que, evidentemente, nos encontraremos con mucha diversidad cultural, étnica y socio-económica. A partir de los talleres de fotografía documental de Jordi Oliver, En los barrios que os sobraban, realizados a lo largo de los años 2016 y 2017, he compuesto un diminuto mosaico de retratos callejeros de barceloneses (nativos e inmigrantes) pertenecientes básicamente a los barrios periféricos, casi siempre olvidados. Se trataba de fotografiar en su vida cotidiana a personas con las que tal vez en otras circunstancias, sin una cámara como excusa, no se nos ocurriría pararnos a hablar. Personalmente, eso es lo que más me atrae de la fotografía documental: encontrar la belleza donde otros no la ven y escuchar las historias de cada uno para luego contarlas a través de las fotografías. Si una imagen es capaz de hablarnos sin palabras, la imagen de un rostro va todavía más allá. Lo auténtico está en lo sencillo.

* Todas las personas fueron fotografiadas con su consentimiento.